"A verdade será sempre um escândalo". (In Adriano, M. Yourcenar)

"Quero imaginar sob que novos traços o despotismo poderia produzir-se no mundo... Depois de ter colhido em suas mãos poderosas cada indivíduo e de moldá-los a seu gosto, o soberno estende seus braços sobre toda a sociedade... Não quebra as vontades, mas as amolece, submete e dirige... Raramente força a agir, mas opõe-se sem cessar a que se aja; não destrói, impede que se nasça; não tiraniza, incomoda, oprime, extingue, abestalha e reduz enfim cada nação a não ser mais que um rebanho de animais tímidos, do qual o governo é o pastor. (...)
A imprensa é, por excelência, o instrumento democrático da liberdade."
Alexis de Tocqueville (1805-1859)



sábado, 11 de fevereiro de 2012

LOS BANDOS DEL ALCALDE

Em 1986, por acaso estive no enterro de Enrique Tierno Galván, político, sociólogo, ensaísta e prefeito de Madri. Um milhão de pessoas chorava sua morte, inundando o espaço todo em torno à fonte de Cibeles. Marxista mas não fanático, homem de grande cultura, governava sua cidade através de “bandos”, que foram reunidos em livros. Suas posturas municipais eram extremamente poéticas e muitas vezes o prefeito começava citando Platão para tratar da organização da cidade. Um milhão de madrilenhos erguia os punhos e gritava: “Alcalde, presente!”

Era pessoa unanimemente querida e aquela multidão toda me provocou um nó na garganta, logo em mim que nada tinha a ver com o homem.

Enrique Tierno Galván é nome desconhecido no Brasil. Dele tomei conhecimento no dia de seu enterro. Autor de vários ensaios, o que mais me fascina no prefeito adorado pelos madrilenhos são seus bandos. A palavra existe em português, mas caiu em desuso. Significa anúncio público, proclamação. Daí contrabando, o que é contra o bando. Tierno Galván, ao anunciar suas portarias municipais, em vez de um texto jurídico fazia um poema em prosa.

Uma das mais ternas lembranças que tenho de Madri é um livrinho de 120 páginas, Bandos del Alcalde, onde Tierno Galván fala aos vecinos de Madrid. Por vecinos não se entenda vizinhos, mas habitantes. Com erudição e extrema elegância, el alcalde admoesta e dá recomendações a sus vecinos para bem tratar “esta hermosa Corte y Villa”. Por sua importância literária, foram reunidos em livro. No prólogo à 2ª edição, escreve Fernándo Lázaro Carreter, da Real Academia Española:

Por que o êxito? Há um motivo básico: estes textos, além de cumprirem com seu objetivo fundamental de comunicar o Alcaide com a Vila, constituem uma invenção nada fácil, que surpreendeu a muitos ainda capazes de admirar as invenções delicadas. Enrique Tierno criou um minúsculo porém grato gênero de discurso: o do bando didático-lúdico. Quem não está habituado a transitar pelos recônditos da escritura, mal dará valor ao que isto supõe.

Literatura, estes bandos? Claro que sim. Também circula hoje como convicção comum que é literário todo texto que atrai para sua leitura fora do tempo e da ocasião em que foi escrito. (...) Não é nada falso que a literatura é fundada pelo leitor, quando estima valioso para si, para seu gozo desinteressado, um determinado escrito.

Claro que um prefeito assim só pode conversar e ser entendido por uma cidade culta. Madri mereceu seu Alcalde e Tierno Galván mereceu sua Villa. Felices vecinos os que o tiveram como administrador.

Leio no El País que acabam de ser publicadas suas Obras Completas, com nada menos de 8000 páginas. Que incluem o ensaio ¿Qué es ser agnóstico?, seu único trabalho literário, Relato de una muerte barroca, prólogos, conferências, artigos e bandos, o livro póstumo El miedo a la razón e mais três textos inéditos. É um feito e tanto para um homem que não se pretendia escritor.

Transcrevo um de seus bandos, em que el Viejo Profesor – como era conhecido - recomenda a vecinas y turistas maior recato no vestir-se durante o verão manchego. Transcrevo em espanhol, para não estropiar o saboroso estilo do autor.
09 de fevereiro de 2012
janer cristaldo

EL ALCALDE PRESIDENTE
DEL EXCELENTISIMO
AYUNTAMIENTO DE MADRID


Madrileños:

Es viejo decir poético, con varia fortuna repetido, que con la llegada de la primavera, la naturaleza se viste con sus mejores galas, encubriendo la magra y seca desnudez del invierno con brillantes y copiosos adornos. Pero la humana especie que a veces contraría y repele lo que natura hace, lejos de cubrir, descubre, y lo que tapado había, destapa, en obsequio del más alegre, descuidado y gozoso vivir al que el bonancible tiempo invita.

Nada tendrá el Alcalde que advertir, respecto de lo dicho,si entre los que tal hacen no hubiera algunos y también algunas que caen en desquiciada y peligrosa confusión, pues hacen de esta Villa lo que esta Villa no es, tomando los ábregos vientos que de la Mancha vienen o los cálidos Aires que del africano Sur nos llegan por suaves y marinas brisas y el recio sol de Castilla, que más quebranta que alivia, por el suave y reparador que los altos montes luce.

De tan quimérica visión de la verdad nacen extrañas y peligrosas costumbres, pues desprovistos los hombres de jubón y calzas, pavonéanse en lienzos o lienzuelos, en extremo contentos de si, aunque hayan las carnes flacas, desdichadas las proporciones y mal encajados los huesos, como si lo hubieron sido dibujados por un torpe algebrista.

Algo semejante, aunque no igual, ocurre con buena copia de nuestras feminiles visitantes que por esta ciudad vagan y peregrinan y con numerosas vecinas que arrastradas por la antigua y legítima inclinación al discreteo, más la quimérica confusión que ya dijimos, dan en despojarse, como con particular y escrupulosa atención ha observado el Alcalde de esta Villa, de corpiños, basquiñas, briales y otras prendas, que por respecto no se nombran, faltando poco, en algunos casos, para que tanto mozas como menos mozas en carnes queden.

Ocasionánse de este modo graves y supérfluos daños, pues quienes desde el pescante los coches guían, alejan la atención de su principal menester, arrastrados por el invencible deseo de mirar, con menoscabo de haciendas, peligro para la vida y aumento de la común confusión.

Sucede además que el grande polvo que la ciudad produce, particularmente en el estio, la quemazón del sol, el rebullir las simientes y otras vegetales materias en la urbana atmósfera, amén de los humores a cuya expulsión la desnudez promueve, ocasionan salpullidos, llagas, postemas, abscesos y hasta lamparones, males que, según los físicos del Concejo, empodrecen los suaves miembros e gentiles cuerpos de las vecinas de esta Corte.

Conviene, por último, añadir a lo ya dicho que las buenas costumbres piden comedimiento y mesura en cuanto al destaparse toca, pues en esos lugares de común recreación y roce que son las públicas piscinas, como natura huye lo triste y apetece lo deleitable, exagéranse los destapamientos sin haber cuenta del decoro que cada uno a si próprio debe y del respeto que la tranquilidad de los demás merece.

También a veces acaece, cuando los estivales calores son muy grandes, que alguno de nuestros visitantes, para alivio, descanso y alegre algazarra y regodeo, se meten en cueros vivos en el agua que llena las tazas de las fuentes públicas monumentales. De cundir este ejemplo, faltarían tazas o sobrarían visitantes, con perjuicio notório para el bueno y equilibrado proceso de la vida en esta Corte. Amén de que con esos médios, según esta Alcaldía se alcanza, los ardores, lejos de bajar, aumentan, por lo que conmina a moradores y visitantes a que no practiquen tan dañosos y censurables usos.

Confia, pues, el Alcalde, que durante el presente estio, visitantes, andantes en Corte y las vecinas y vecinos de esta Villa, de cualesquiera edad y condición que sean, salvo los ancianos de cansada y molida senectud, tengan el debido cuidado en cuanto a lo que este Bando se aconseja, sin caer en impropias mojigaterías, exageraciones ni afectación de virtud.

Madrid, 25 de mayo de 1984.

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