"A verdade será sempre um escândalo". (In Adriano, M. Yourcenar)

"Quero imaginar sob que novos traços o despotismo poderia produzir-se no mundo... Depois de ter colhido em suas mãos poderosas cada indivíduo e de moldá-los a seu gosto, o soberno estende seus braços sobre toda a sociedade... Não quebra as vontades, mas as amolece, submete e dirige... Raramente força a agir, mas opõe-se sem cessar a que se aja; não destrói, impede que se nasça; não tiraniza, incomoda, oprime, extingue, abestalha e reduz enfim cada nação a não ser mais que um rebanho de animais tímidos, do qual o governo é o pastor. (...)
A imprensa é, por excelência, o instrumento democrático da liberdade."
Alexis de Tocqueville (1805-1859)



quarta-feira, 21 de dezembro de 2011

DE PERROS Y HOMBRES

De perros y hombres. (La opinión de Azevedo, el mayor analista político de Brasil)

Por Juan Arias| 19 de diciembre de 2011

El post de mi blog sobre la joven madre que torturó hasta la muerte a su yorkshire en frente a su hija de tres años, ha despertado en los lectores más indignación si cabe que el de Titã, el perro enterrado vivo y que felizmente se ha salvado.

Muchos de los comentarios llegados al blog, más los que he recibido en mi e-mail personal, expresan deseos de que la joven, que es una enfermera, reciba el mismo castigo que ella infligió a su perro.
Yo respeto todas las opiniones aunque no las comparta. Fui y soy contra la pena de muerte y contra la venganza de cualquier tipo, sea contra las personas que contra los animales cuidados en familia.
Algún lector, me ha criticado el hecho de interesarme por un tema de perros, “cuando hay tantos temas políticos en Brasil que valdría la pena subrayar”.

Hoy, he encontrado, precisamente en el blog más político de Brasil, el del periodista Reinaldo Azevedo, el más cáustico y más leído en todo el mundo de la política del país, tanto de derechas como de izquierdas, con una media de 150.000 visitas diarias, un largo post ( el doble del que yo publiqué) sobre el caso de la joven que torturó hasta la muerte a su yokshire. Lo titula “De perros y de hombres”. El blog de Azevedo se halla en el semanal VEJA del que es columnista político.

El analista político Reinaldo Azevedo

No siempre coincido políticamente con Azevedo, lector tambien de este diario, pero en este caso, he querido reproducir para los lectores de mi blog, su magnífico artículo, agudísimo, sobre un tema tan espinoso, con el que me identifico totalmente y al que Azevedo ha querido darle categoría política además de social.
Lo traduzco casi integralmente, esperando que me perdone el haberle saqueado.

“Ha habido una enorme conmoción en las redes sociales, y no sin razón, a causa de un perrito reventado hasta la muerte por una mujer en presencia de una niña. Comencé a ver ( el video) y me detuve. No tengo estómago para esas cosas. Ese tipo de brutalidad con personas o animales, me dejan, sin exagerar, el estómagorevuelto. El malestar, moral en primer lugar, empieza enseguida a ser físico.

Me gustan los animales. Cuando niño tuve gatos muchos. Recogía las crías abandonadas en la calle y las llevaba a casa, lo que encantaba a mi madre-,papagayos, palomas, cerditos de indias, conejos de los orejudos…Ahora viven aquí con nosotros dos perras y una tortuga. Escribí, en este blog, mi adiós a Cotó, mi amigó que ven ahí en la foto y que murió en octubre.

La crueldad de la joven, poco importa el pretexto, me es incomprensible. De lo poco que vi del caso no se trató de un ataque de furia, para vengarse de algo desagradable que le hubiese hecho el perro. Su brutalidad aparecía medio burocrática, pausada, reflexiva incluso. ¿Cómo fue posible?

Yo escribo siempre sobre la llamada macro política, lo que comúnmente las personas entienden por política: el juego del poder, las fuerzas que se organizan para dominar el estado y gobernar la sociedad, los partidos etc. Me gusta menos cuando surge un tema que se refiere a la política de los individuos, lo que cada uno de nosotros entiende sobre la vida, las personas, las relaciones. Tengo como lema que al tomar decisiones en el día a día, escogemos en qué mundo queremos vivir, anunciamos nuestro ideal. El hombre debe preguntarse siempre, ante un acto que tiene consecuencias que van más allá de su propia vida, si el mundo sería mejor o peor si todos actuásemos como él.. Quién se niega a hacer esa pregunta es, potencialmente, un monstruo moral.

El psicópata no reconoce la existencia del “otro”; el sociópata, no reconoce la existencia de los otros […] La joven que reventó al perro es enfermera. El hecho ha generado una ola de especulaciones. ¿Si trata así a un animal, qué no hará con sus enfermos? La pregunta, anoten, llena de justa indignación, no deja de crear una inversión, o una subversión, de valores Creo que la buena tradición humanista nos recomienda otra constatación: quién no respeta ni a los seres humanos, tampoco respetará a los perros. Entiendo las ilaciones a las que el caso convida: ella sólo se comportó de aquel modo porque la víctima no tenía como defenderse. Matar un yorkshire indefenso, reconozcan, es cosa de cobardes. Los valientes tentarían enfrentarse a un pit bull o a un rootweiler. Los enfermos, en la cama, serían más bien yorkshire…

Sí, la indignación tiene sentido, y el hecho de ella ser enfermera parecer ser un costreñimiento adicional. Y hasta algunos políticos han querido intervenir. Hay quién pide abiertamente que ella sea sometida al mismo tratamiento que dispensó a su perro, lo que nos lleva, en aquel terreno de nuestras decisiones, a una situación muy delicada: ¿Sería aceptable que se hiciera con un ser humano lo que consideramos y con razón, inaceptable que se haga con un perro?

En la era de las redes sociales hay que ir despacio. Es más fácil linchar personas que matar perros, y ambas cosas son inaceptables. Si esa joven, por cualquier razón fuese encarcelada en una celda común, correría, de hecho, un serio riesgo de ser tratada como ella trató a su yorkshire, lo que nos lleva a una situación muy delicada: ¿Sería aceptable que se hiciera con un ser humano lo que consideramos, y con razón, inaceptable que se haga con un perro?

Ya dije lo que el hecho me produjo. Dejé mi despacho por algunos instantes para comer una fruta. Paso por la sala y Lolita estaba tumbada en el suelo, gustándose el calor. Al verme, no tiene duda, se coloca con la barriga hacia arriba, con las patas traseras en el aire, las delanteras dobladas, en señal de sumisión, y espera lo que sabe que obtendrá: una caricia en la barriga.. La otra me sigue hasta la cocina a la espera de un pedacito de pera. ¡Qué tipo de gente la que revienta a sus perros, Santo Dios! Pero no me pidan tampoco que sea condescendiente con reventadores de hombres [….]
Ya publiqué aquí “Anécdota búlgara”, un poema de Carlos Dummmond:

Era una vez un zar naturalista
Que cazaba hombres.
Cuando le dijeron que también se cazan mariposas y golondrinas
se quedó muy espantado
y lo consideró una barbaridad.

¡Amemos a los animales!
¡Amemos a los hombres!
Todos son dignos de nuestro afecto

¡Pero sólo los hombres podemos ofrecer compasión y perdón!"

Reinaldo Azevedo

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