Sólo se sabe que su nombre era Najiba y tenía 22 años de edad. Se vio inmersa en un triangulo amoroso y fue asesinada con disparos de fusil. Un jefe de la guerrilla musulmana del Talibán, amante de Najiba, decidió ordenar que la mataran por ser adúltera.
El hecho ocurrió a mediados del mes de junio en Qimchok, una miserable aldea de la provincia de Parwan, al norte de Kabul la capital de Afghanistan. Mientras se oían los disparos del AK47, los aldeanos gritaban ¡Dios es Grande!.
09 de julho de 2012
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