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| Ilustração publicada no site Soberania.org, da Venezuela. |
Há pouco num comentário aqui no blog, um leitor ou leitora, da Venezuela me passou o link para um artigo do Chefe de Redação do jornal El Universal, um dos mais tradicionais e importantes diários venezuelanos, Elides J. Rojas L. que mantém uma coluna de opinião publicada sempre na quarta-feira.
Realmente o texto de Elides Rojas vai diretamente ao ponto. Dá uma ideia precisa do que telespectadores e radio-ouvintes são obrigados a ver e ouvir durante as já famosas "cadeias de comunicação" de Hugo Chávez, à qual todos os veículos da mídia venezuelanas são obrigados a transmitir. Serve também para informar como é o ambiente na Venezuela sob os coturnos de Chávez e sua estupidez comuno-bolivariana.
O nível do que é veiculado e verbalizado pelo próprio Chávez é algo inaudito. "Cachorros de Obama", é uma da frases com a qual identifica seus opositores. E daí para baixo, num turbilhão de impropérios como "infarto do miocárdio da alma", "vermes", "escórias" e vai por aí. Essa barabaridade só diminui, segundo atesta o articulista, durante a campanha eleitoral. Explica-se: o marketeiro do PT, João Santana assessora a campanha de Chávez que vai pelo caminho de "paz e amor". Um coração nas cores da bandeira venezuelana é a logomarca da campanha chavista...
Estivesse essa lamentável situação circunscrita à Venezuela e, ainda que do mesmo modo os democratas brasileiros condenariam, o fato é que há uma ligação direta do Brasil com esse regime iníquo - infelizmente e lamentavelmente - porquanto o PT, o partido que está no poder apóia Hugo Chávez e seu regime caricato e ao mesmo tempo criminoso!
Com a garganta detonada pelo câncer e fazendo tábula rasa das prescrições médicas, Lula gravou um vídeo especial hipotecando total apoio à campanha eleitoral de Chávez na semana passada. O vídeo foi exibido no convescote comunista do Foro de São Paulo, a entidade fundada pelo próprio Lula e o PT, que reúne a idiotia latino-americana e postula a implantação de ditaduras comunistas em todo o continente latino-americano.
Transcrevo no original em espanhol o artigo do chefe de redação do mais importante diário da Venezuela conforme declinei acima. Apesar de estar em espanhol, dá para ter uma ideia da baixeza de Chávez, algo que beira a loucura total.Tanto é que no original o título do artigo é "Cosa de médicos, de expertos", ou seja, "Coisa de médicos, coisa de especialistas".
Leiam:
Para muchos la necesidad de insultar, agredir y vejar que siempre exhibe micomandantepresidente, tiene su fundamento en varios aspectos, muchos de ellos relacionados con materias de verdaderos expertos.
Nada de raro tiene que usted esté al frente del televisor o en cola con el radio obligado a la cadena y le dedique algún tiempo a tratar de entender, entre canciones, chistes malos y poemas agropecuarios, y con los carros montados encima, le toque escuchar más o menos esto: majunches, desgraciados, mal paridos, hijos de la Llorona y de El Silbón, despatriados, apátridas. Cachorros de Obama, mascotas del imperio, burritos de carga del capitalismo. No para. No lo detendrá nada: caries ambulantes, pargos, voy a jugar rojo con todos ustedes, los pulverizaré, borrachos, drogadictos, podridos, escorias, sabañones de la humanidad, trancapedales de la especie, juanetes del espíritu, reflujos gástricos de la moral, infartos al miocardio del alma, rateros, corruptos, gusanos, tumores, son un cáncer...
Sin duda. Esto es materia de expertos. Psiquiatras, Psicólogos, odontólogos, gastroenterólogos, astronautas, militares serios, neurólogos. Materia de expertos. Esto va desde el más puro y simple resentimiento, desde el más superficial de los odios clasistas, desde los complejos más terrenales, desde las infancias más infelices, desde los encierros en escaparates más lejanos hasta, tal vez, solo tal vez; pues, como decíamos es materia de expertos, las bipolaridades más clásicas, los desequilibrios más profundos y hasta, quién sabe, las esquizofrenias más explosivas. No lo sabemos. Es cosa de expertos. Pero el país tiene 14 años conviviendo con un gruñón incansable, con un tipo que le habla a la nación en términos de mujer maltratada, ni siquiera hace excepción con sus pobres votantes a quienes maltrata de otra manera más directa y sufrida.
Ese es el cuadro. Un forma lío por naturaleza, un destructor que se cree el amo del país. Un cañonero que hace las veces de presidente por un préstamo que le hizo la población y ahora se quiere quedar con la silla. Y hasta ahora lo ha logrado, aunque esta vez hay más gente brava con el maltratador que quienes todavía le aceptan los latigazos a cambio de una miga de pan.
Pero este maltratador de oficio sabe lo que hace. En tiempos en que necesita los votos de sus estafados compatriotas se vuelve cordero, ovejita y a veces hasta una dama de alcurnia. Es parte de lo que debe diagnosticar un experto, aunque cuando anda en modo de cazador de votos es obvio que saca todas las artimañas de buen timador. Y ya las está mostrando. No sabemos si existe alguien que todavía le crea. Busca a los empresarios dizque para conversar y trabajar juntos. Se arrima a la Iglesia buscando acomodos y protección de sotanas con un pueblo que cree en Dios y ya está harto de tanto odio. Le pinta corazones con poemas caza bobos como corazón de la patria, cuando todo el mundo sabe que es cubano y ama a los cubanos, que prefiere a un ruso antes que a un carabobeño, que le da trabajo a un chino antes que a un caroreño. Ordena a los ministerios que eliminen los logotipos guerreros del caballo parado de manos con un Bolívar en batalla y lanza en ristre y coloquen los amanerados corazoncitos, tanto el tipo serpentina como el redondo, tipo globo de fiesta infantil, con Chávez de frente con una foto vieja de cuando tenía la misma edad que tiene ahora Capriles.
Cosa de expertos. Cosa de médicos. Porque esa es otra. No quiere ser viejo, Desde pintarse el pelo, maquillarse con base hasta hacer trampa con fotos de hace décadas en sus afiches. De verdad que a veces se siente que efectivamente Capriles los tiene locos.
Como decía el millonario de los ojitos lindos.
Nada de raro tiene que usted esté al frente del televisor o en cola con el radio obligado a la cadena y le dedique algún tiempo a tratar de entender, entre canciones, chistes malos y poemas agropecuarios, y con los carros montados encima, le toque escuchar más o menos esto: majunches, desgraciados, mal paridos, hijos de la Llorona y de El Silbón, despatriados, apátridas. Cachorros de Obama, mascotas del imperio, burritos de carga del capitalismo. No para. No lo detendrá nada: caries ambulantes, pargos, voy a jugar rojo con todos ustedes, los pulverizaré, borrachos, drogadictos, podridos, escorias, sabañones de la humanidad, trancapedales de la especie, juanetes del espíritu, reflujos gástricos de la moral, infartos al miocardio del alma, rateros, corruptos, gusanos, tumores, son un cáncer...
Sin duda. Esto es materia de expertos. Psiquiatras, Psicólogos, odontólogos, gastroenterólogos, astronautas, militares serios, neurólogos. Materia de expertos. Esto va desde el más puro y simple resentimiento, desde el más superficial de los odios clasistas, desde los complejos más terrenales, desde las infancias más infelices, desde los encierros en escaparates más lejanos hasta, tal vez, solo tal vez; pues, como decíamos es materia de expertos, las bipolaridades más clásicas, los desequilibrios más profundos y hasta, quién sabe, las esquizofrenias más explosivas. No lo sabemos. Es cosa de expertos. Pero el país tiene 14 años conviviendo con un gruñón incansable, con un tipo que le habla a la nación en términos de mujer maltratada, ni siquiera hace excepción con sus pobres votantes a quienes maltrata de otra manera más directa y sufrida.
Ese es el cuadro. Un forma lío por naturaleza, un destructor que se cree el amo del país. Un cañonero que hace las veces de presidente por un préstamo que le hizo la población y ahora se quiere quedar con la silla. Y hasta ahora lo ha logrado, aunque esta vez hay más gente brava con el maltratador que quienes todavía le aceptan los latigazos a cambio de una miga de pan.
Pero este maltratador de oficio sabe lo que hace. En tiempos en que necesita los votos de sus estafados compatriotas se vuelve cordero, ovejita y a veces hasta una dama de alcurnia. Es parte de lo que debe diagnosticar un experto, aunque cuando anda en modo de cazador de votos es obvio que saca todas las artimañas de buen timador. Y ya las está mostrando. No sabemos si existe alguien que todavía le crea. Busca a los empresarios dizque para conversar y trabajar juntos. Se arrima a la Iglesia buscando acomodos y protección de sotanas con un pueblo que cree en Dios y ya está harto de tanto odio. Le pinta corazones con poemas caza bobos como corazón de la patria, cuando todo el mundo sabe que es cubano y ama a los cubanos, que prefiere a un ruso antes que a un carabobeño, que le da trabajo a un chino antes que a un caroreño. Ordena a los ministerios que eliminen los logotipos guerreros del caballo parado de manos con un Bolívar en batalla y lanza en ristre y coloquen los amanerados corazoncitos, tanto el tipo serpentina como el redondo, tipo globo de fiesta infantil, con Chávez de frente con una foto vieja de cuando tenía la misma edad que tiene ahora Capriles.
Cosa de expertos. Cosa de médicos. Porque esa es otra. No quiere ser viejo, Desde pintarse el pelo, maquillarse con base hasta hacer trampa con fotos de hace décadas en sus afiches. De verdad que a veces se siente que efectivamente Capriles los tiene locos.
Como decía el millonario de los ojitos lindos.
12 de jujlho de 2012
in aluizio amorim
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